Ramón es un pequeño de 11 años que estudia en una escuela pública y también
se dedica a vender en la calle junto a su papá. En la escuela Ramón fue invitado
a participar en el parlamento infantil que organizado en la ciudad de Chetumal,
Quintana Roo. A pesar de su destacada participación, Ramón no ganó, ya que los
niños ganadores fueron estudiantes de una escuela privada (Cumbres), pero esa es
otra historia, volvamos al tema. Resulta que la diputada local Arlet Mólgora Glover (PRI) visito la escuela de
Ramón y llego con cámaras y regalos para los niños que participaron el
parlamento infantil. La diputada le regalo a tres niños de la escuela tablets y
en el calor de los aplausos la diputada le ofreció a Ramón que le pidiera lo que
quisiera.
Ramón solo pidió a la diputada que le ayudaran a su padre a completar la
cantidad de 4 mil pesos para una operación ya que su padre está quedando ciego
debido a un problema de cataratas en los ojos. Desde ese día Ramón sigue
esperando la promesa de la diputada y con lágrimas en los ojos pide ayuda para
su papá. Así, son los políticos mientras están en campaña o se trate de quedar bien
frente a la opinión publica hacen promesas que no van a cumplir, a veces hasta
lo firman con un notario público, pero una vez pasado los días las promesas se
olvidan y ellos siguen viviendo del presupuesto.